miércoles, 24 de noviembre de 2010

" JUZGAR "

La irrefrenable tendencia del ser humano a juzgar las acciones de los demás debería ser sometida al propio juicio de quién la ejercita.

Decimos "esto está bien" ó "esto está mal" ó "esto es lindo" ó "esto es feo" sin advertir que todas ellas son sentencias de carácter puramente subjetivo y que sólo responden a nuestra apreciación de la realidad.

Si en lugar de decretar absolutamente que "esto está bien" dijéramos "esto, para mí, está bien", y en lugar de decir "esto es lindo" dijéramos "esto me gusta", estaríamos mostrando una actitud más abierta y admitiendo que esa es nuestra visión de la realidad, reconociéndole a los demás el derecho de tener las suyas propias, tan válidas como las nuestras.

Tener una mente abierta dispuesta a aceptar opiniones diferentes a las nuestras es, sin duda, positivo y enriquecedor. Porque muchas veces nos permiten detectar nuestros errores y corregirlos. Y esto se traduce en un mejoramiento de nuestra persona.

Pensemos bien antes de juzgar las acciones de los demás y de emitir juicios sobre las cosas. Pero no dudemos de someter a un severo juicio a nuestros propios pensamientos y actitudes, que nos sirva para depurar todo lo negativo que hay en nosotros.

En cuanto pongamos esto en práctica descubriremos que no tenemos la más mínima autoridad para juzgar.

Graciela Heger A. - Argentina

Así es como me estoy sintiendo ultimamente "JUZGADA", por personas que ni tan siquiera me conocen y no he cruzado ni una sola palabra con ellas, solo el conocimiento a través de este medio, siendo cordiales y cariñosas las relaciones. Siempre hay que oír las dos versiones del problema que se haya creado, tengo la conciencia tranquila, se lo que he dicho y lo que me han dicho, pero no acostumbro como se lleva ahora a grabar y manipular lo que se habla y lo que se escribe.

Es triste el haber confiado en gente que de repente te mete en un lió cuando más tranquila estas, es la segunda vez que me pasa, espero que sea la ultima, aunque estoy convencida que volveré a caer, pero no puedo permitir que esta mala experiencia me haga desconfiar de las personas a las que voy conociendo y las ya conocidas, afortunadamente no todo el mundo actúa de esta manera tan retorcida.

Ahora lo único que quiero es seguir adelante, sin malos rollos, nunca los he tenido hasta este momento, perdonar por esta entrada, pero necesitaba hacerla, la hubiera hecho más extensa y dando más detalles, pero como dice el refrán "a buen entendedor con pocas palabras bastan".

Gracias a los que estáis y a los que no también.

jueves, 18 de noviembre de 2010

EL BALDE CHINO

Una anciana señora china poseía dos grandes baldes, suspendidos en cada extremidad de una vara, que ella cargaba en su espalda. Uno de los baldes estaba rajado y el otro era perfecto.

Este último estaba siempre lleno de agua al fin de la larga caminata desde el torrente hasta la casa, en cuanto el rajado llegaba medio vacío.

Por largo tiempo esto fue así, con la señora que llegaba a la casa con solamente un balde y medio de agua.

Naturalmente el balde perfecto estaba muy orgulloso de su propio resultado y el pobre balde rajado tenia vergüenza de su defecto, de lograr hacer solo la mitad de aquello que debería hacer.

Después de dos años, reflexionando sobre su propia y amarga derrota por estar rajado, el balde hablo con la señora durante el camino:

-Tengo vergüenza de mi mismo, porque esta rajadura que tengo me hace perder la mitad de el agua durante el camino hasta tu casa.

La anciana sonrió:

-Has observado que lindas flores hay solamente de tu lado del camino?

-Yo siempre supe de tu defecto y llevando plante semillas de flores tu lado en el camino.

- Y todos los días, cuando regresábamos, tu las regabas.

- Por dos años pude recoger aquellas bellísimas flores para adornar la mesa.

- Si tu no fueras como eres, yo no habría tenido aquellas maravillas en mi casa.

Cada uno de nosotros tenemos algún defecto. Pero el defecto que cada uno de nosotros tenemos, es el que hace que nuestra convivencia sea interesante y gratificante.

Es preciso aceptar a cada uno por lo que es........ Y descubrir lo que tiene de bueno en el.

Por lo tanto, mi “defectuoso” amigo, ten un buen día y recuerda de regar las flores de tu lado del camino.

jueves, 4 de noviembre de 2010

CERRANDO CIRCULOS

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se
queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

¡Esa es la vida!

Paulo Coelho

He visto la luz al final de ese túnel en el que estaba inmersa, ahora que por fin la sentencia ha sido firme y todo esta volviendo a su lugar, cierro ese circulo, y también la puerta y con siete candados a todos los que intentan hacer daño sin pensar en las consecuencias.

Gracias querida Gata, sigo aquí, pero sin ganas de nada.
La vida es bella

MI SALONCITO DE REGALOS Y PREMIOS