Pitágoras siempre me ha caído bien, sobre todo desde que leí una frase suya, que 2500 años después sigue totalmente vigente y que dice: "Mas le vale a un hombre tener la boca cerrada y que los demás le crean tonto, que abrirla y que los demás se convenzan de que lo es".
Parece que Pitágoras no paraba mucho en su casa y Enusa, su esposa, aprovechaba tal situación para tener relaciones con 4 campesinos catetos que cuidaban sus tierras.
Un día Pitágoras volvió temprano a casa (nunca hay que volver antes de lo habitual sin avisar), los sorprendió y muy enfadado mato a los cinco.
Luego decidió enterrarlos en el jardín un precioso terreno de forma rectangular, el doble de largo que de ancho.
En consideración a su esposa, dividió el terreno por la mitad, quedando dos cuadrados iguales y en uno de ellos enterró a Enusa.
El otro cuadrado lo dividió en cuatro partes iguales y enterró en ellos a cada uno de los campesinos, de esta forma entre los cuatro ocuparon un espacio idéntico al que ocupaba su esposa.
Luego, ya mas calmado, subió a la montaña para meditar y mirando desde la cima hacia su jardín pensó: "El cuadrado de la puta Enusa, es igual a la suma de los cuadrados de los catetos".